5 de marzo de 2012

DENTRO DE UN MES.....


Dentro de un mes a estas horas volveré a sentir el nerviosismo que desde pequeño he comprobado que es inevitable, por mucho que los años vayan pasando casi sin que me de cuenta. Dentro de un mes a estas horas mi corazón de niño tomará el pulso a mi vida, y como tantos años atrás, volveré al sentimiento inexplicable e incomprensible, sólo entendible por aquellos que, como yo, han nacido con la suerte de ser hermanos de un mismo Dios que formó parte de nuestras vidas sin nosotros saberlo, sin nosotros elegirlo. Hoy ese Dios sigue formando parte y siendo timón de todos nosotros, y por eso yo, dentro de un mes a estas horas estaré como siempre intranquilo, deseando que las horas pasen como si fueran segundos, y comprobando que, pese a mi intención, las manillas del reloj de la Plaza me ganan un pulso que es más real, no consiguiendo que el tiempo pase más deprisa. Por eso dentro de un mes, cuando la noche caiga sobre mi pueblo buscando la Madrugada, mi vista sólo buscará ese cielo de la Sierra para comprobar si brillan las estrellas, mi mente sólo podrá recurrir a una parte de mis sentimientos, los de ser nazareno del primer Nazareno de la Historia. Mi alma vagará vestida con hábito morado, deseando que la noche se convierta en Madrugada para vivir el momento más esperado del año, y mi corazón, más nervioso e intranquilo aún, necesitará ser calmado y confortado por el bálsamo que el Señor de Guadalcanal nos dará en la Madrugada Santa como cada día del año. Dentro de un mes a estas horas, cuando el Jueves Santo se acabe, cuando los minutos pasen y llegue la Madrugada, habrá merecido la pena esperar todo un año para vivir de nuevo el gozo de hacer Estación de Penitencia.

Texto extraido de nuestro hermano Juan Manuel Espino Gordon

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