3 de febrero de 2012

Fragmento del pregón de 2010 en el que se habla de la "madrugá"

Y tras una noche de verdes esperanzas, llega la madrugada de Guadalcanal.  Una noche de inquietudes e incertidumbres. Cuantas veces habremos mirado el cielo a través de las ventanas de nuestros hogares, cuantos suspiros de alivio al contemplar que lucen las estrellas y cuantos nervios al ver correr las nubes enturbiándose nuestra visión, con alguna que otra lágrima anticipada. Permaneceremos a la espera entreteniendo nuestro sueño , porque es noche de luces encendidas en los salones de nuestros hogares y cuando el reloj inexorablemente avance en el tiempo, la madrugada se hará silencio y el silencio madrugada en la plaza de Guadalcanal. Las blancas paredes de Santa María, parecerán estar mudas y su puerta cerrada.
Y  ahora nazareno, mientras tu cíngulo amarillo se aprieta contra la tela morada, me uno a ti en larga fila que cruzará la noche y juntos nos preguntaremos:
¿Habrá silencio en la plaza? ¿La cubrirá un cielo rodeado de estrellas y será la  luna expectante con su luz plateada, quien alumbre la primavera?
No lo se nazareno, pero a mi siempre me lo han contado.